La crisis económica y la ya denominada cuesta de septiembre azota con fuerza en el monedero de las familias que, con resignación, se aprietan el cinturón intensificando el ahorro en la cesta de la compra. Esto se consigue con la adquisición de las denominadas marcas del distribuidor. Su bajo precio y notable calidad hacen de ellas una apuesta muy segura.
En este último año, sobre todo, las marcas de productos han invertido en campañas publicitarias teniendo más en cuenta al distribuidor que aportando valor a sus clientes.
La nueva tecnología que está desarrollando por Kellogg´s permitirá estampar el logo de su marca en los copos de cereal para demostrar y asegurar a sus consumidores que no fabrican para otras marcas.
Bajo esa apariencia de querer proteger al cliente contra imitaciones, hay una focalización de la estrategia en torno al ditribuidor.
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